Créanme, también me da coraje recordar a estos personajes. En mi corto tiempo viendo fútbol (alrededor de 16 años), creo que Patricio Hernández, Gerardo Martino y Cristian Enrique Ruffini, han sido uno de los peores combos que llegaron al país para "vender mentiras" en un equipo de fútbol, específicamente en Barcelona Sporting Club de 1996.
PATRICIO HERNÁNDEZNació el 18 de agosto de 1956 en San Nicolás (Provincia de Buenos Aires). Como dicen en Argentino "Vende Humo" por excelencia. Inició su carrera como DT en el 92 cuando Argentinos Juniors lo contrata. En ese club dirige 26 partidos, ganando siete, empatando nueve y perdiendo 12.
En el 93 es contratado por Gimnasia y Tiro de Salta, donde también fracasa tras dirigir al equipo por 20 fechas (4 PG, 8 PE, 8 PP). En la temporada 1994/1995 fue a Lanus, que en esos momentos se encontraba en la primera C. Con ese club obtuvo su mayor logro: el ascenso a la primera división del fútbol argentino.
Este buen desempeño del DT sirve para que Barcelona de Ecuador le de la primera oportunidad de destacar en el extranjero. En el 96, Hernández llega a Guayaquil para reemplazar a Salvador Capitano, luego de la eliminación copera del club. El DT llega con dos refuerzos argentinos bajo el brazo, y en los pocos meses que estuvo en el club, Hernández nunca, pero de verdad, nunca hizo que Barcelona jugara por los puntos. Entre partidos desastrosos y vergonzosos, el DT fue despedido por malos resultados, aún contando con una plantilla que un año antes había quedado campeón nacional.
En el 97/98 llega a Banfield y arma un conjunto interesante, que por poco logra el ascenso a la primera división del fútbol argentino, quedando en semifinales del torneo reducido, eliminado por Belgrano de Córdoba.
En 1998, Estudiantes de La Plata contrata a Hernandez como director técnico. Apenas llegado a La Plata dice "se acabó el Estudiantes del Pelotazo”. Sin embargo, el resultado fue mediano tirando a malo: 56 partidos jugados, 16 ganados, 20 empatados y 20 perdidos.
En el 2000 fue ayudante de campo de Americo Rubén Gallego en River Plate, y luego pasó por Puebla de México, siendo despedido como en la mayoría de los clubes por los que dejo su huella.
Luego fue al Deportivo Saprissa de Costa Rica, uno de los clubes más poderosos de dicho país y de la zona de Centroamérica. Tras perder 2 a 0 frente al Sport Club Cartaginés, decide dar un paso al costado, antes de la humillación de ser despedido de nuevo. También dirigió al Cruz Azul y Santos Laguna de México.
A mediados del 2003 vuelve a su país para dirigir al Club Atlético Nueva Chicago, con las aspiraciones de no descender. Pero tras malos resultados (14 partidos dirigidos, solo 2 ganados, 3 empatados y 9 perdidos), y no cumplir las expectativas de la dirigencia de Mataderos, se fue del cargo dejando al “torito” en una mala posición en el torneo, y al final el ex cuadro de Hernández descendería.
Actualmente, Hernández trabaja en la televisión de su país, ya cansado de fracasar en todos los clubes. En el programa televisivo “Estudio Fútbol”, que se emite por TyC Sports, de lunes a viernes de 13 hs a 15 hs, este argentino trata de hacer entender a los aficionados sobre la táctica del fútbol. Y bueno, si no le entienden no hay tanto drama, si ni siquiera sus jugadores lo hacían.
GERARDO MARTINOEste exquisito y talentoso volante argentino llegó a Barcelona como lo mejor de lo mejor. A pesar de tener 34 años a su arribo a Guayaquil, se pensaba que Martino sería ese Trobbiani que seis años atrás cautivó a muchos.
Nació el 20 de noviembre del 62 en Rosario, Argentina, y jugó desde muy pequeño en el equipo de sus amores, Newell's. En ese club permaneció del 80 al 91 y del 91 al 94, con un breve paso por Tenerife español. Con Newel's ganó varios torneos argentinos como titular indiscutible de ese medio campo comandado por él junto con otros jugadores, entre ellos, en 1993, con Diego Armando Maradona.
En la temporada 94/95, luego de varios problemas con la dirigencia de Newell's, Martino es contratado por Lanús, donde permanece el primer semestre. No obstante, su amor por el conjunto de la Lepra hizo que regresara al plantel para el último semestre. No obstante, en ese regreso, surgen nuevos inconvenientes con los dirigentes y Martino pone fin a su carrera en Newell's.
Para 1996 firma con O'Higgins de Chile, donde duraría hasta mediados de año cuando llega a Guayaquil de la mano de Patricio Hernández. En su estadía en el país, Martino demostró muy poco, vino con pinceladas de su juego que igual no alcanzaron para ser la manija del equipo, que con su conducción en la cancha se caía a pedazos. Aunque no lo crean, el club donde se retira de Martino de la actividad profesional es BARCELONA... Qué mala campaña para retirarse del fútbol. Años después, Martino fue elegido como el mejor jugador de Newell's de todos los tiempos.
CRISTIAN RUFFINILlegó en 1996 como el empeñoso, talentoso y trabajador volante central que se podía desplegar por la banda derecha, y que era sumamente necesario para el Barcelona, que meses antes había perdido en su plantilla al bi mundialista Cyrille Makanaki. Ruffini llegó junto con el otrora y grandioso volante argentino Gerardo 'el tata' Martino. Los dos bajaron del avión, y de inmediato levantaron polvo: "Jugamos juntos en Newell's conformando uno de los mejores ataques de la historia del fútbol argentino"... Carajo, dije entre mi, con estos dos nadie nos pasa por el centro y tendremos gordo de goles a Uquillas y al 'Tanque' Hurtado
Este mediocentro, que inició en el fútbol como alero derecho por decisión de Marcelo Bielsa, nació en Las Rosas, Santa Fe. Empezó su carrera en el 90 con Newells Old Boys de Rosario, su equipo de toda la vida. Ahí se mantiene hasta 1995, logrando el torneo apertura de 1990, siendo además el goleador del equipo con siete de los 30 goles convertidos. En ese equipo comparte camerino con Norberto Scoponi, Fernando Gamboa, Mauricio Pochettino, Saldaña, el Chocho Llop, el Tata Martino, Julito Zamora, entre otros. Un equipazo, y en medio de esas figuras, el pibe Ruffini.
En una nota de un diario argentino, el periodista comenta algo interesante: "Quedan las emociones frescas, las de los noventa. El título del Apertura ‘90 con aquel golazo de Cristian Ruffini de tiro libre a San Lorenzo, el plantel sufriendo por la radio el final de River-Vélez y el festejo desaforado de Marcelo Bielsa de cara a su tribuna".
Foto: Gol de Tiro Libre de Ruffini para darle el título a Newell's.
Sí, créanlo. Ruffini hizo el gol del campeonato, y se dio el lujo de aparecer en la tapa de El Gráfico (tal vez por eso lo terminaron trayendo cual contratación de Omar Quintana)
Foto: Fernando Gamboa (izq.) celebra el gol con Ruffini (der.)
Luego, ya con Ruffini en la banca (al parecer Bielsa se dió cuenta que no era para tanto), Newell's ganó el Torneo Integración 1990/1991 contra Boca en la recordada final que se definió por penales en la Bombonera con el remate fallado por Walter Pico (otro integrante de este blog). Luego, ese gran equipo comandado por 'el loco', también gana el Torneo Clausura del 92.
Luego de comer banco de la misma forma que un gordito se comería una Doble Cuarto de Libra en McDonald's, Ruffini salió del cuadro de la 'Lepra' para irse a Platense en la temporada 95/96. Ahí sería titular hasta que, un "inteligente" le dió la oportunidad de jugar en el extranjero.
Isidro Romero, que en el 96 era el presidente de Barcelona SC, logra el concurso de la momia más grande que pisó la cancha del Monumental. ¿Por qué? El entrenador del equipo, el también paquete como DT Patricio Hernández, lo pide como refuerzo sorpresa. Y claro, sorprendió, pero por sus malas actuaciones, pésimo manejo del balón y rocosa presencia en la cancha. Llegaron juntos Hernández, Ruffini y Martino, y también se fueron juntos, pero por la sombrita.
De su estadía en Barcelona, se recuerda un partido en el que Ruffini ingresó en el segundo tiempo, y a los pocos minutos, el entrenador lo sacó porque el argentino estaba perdido en la cancha. Salió por la parte de la Sur Oscura, y de todo lo que he escuchado desde que voy al Monumental, nada se podrá comparar a los abucheo y puteadas tan insoportable de los pocos hinchas que acudieron a ese partido jugado en la noche de la ciudad porteña. Después de ese partido, Ruffini se fue del club.
Apenas sale del Barcelona, Ruffini llega a Tigre de su país, el actual equipo de Diego Cagna. En este club nunca jugó. Llegó lesionado y ni siquiera fue al banco de suplentes. Un hincha de ese club afirma que "este jugador no llegó roto (lesionado), según decía un tristemente célebre directivo de la época de Rodolfo Bianchi, que defendía a muerte la incorporación de Ruffini". Es decir, a Barcelona también se lo metieron así, lesionado.
En el 97/98 va a Banfield, dirigido en ese entonces por ¿a qué no saben? Patricio Hernández. Queda totalmente comprobado que este técnico es de los que lleva a sus paquetes a todos los equipos que dirige. En fin, en ese torneo, Banfield jugaba en la B de Argentina, y según recuerdan uno que otro hincha del taladro, era un gran equipo, pero para jugar en esa categoría, en la B. Mención aparte es que Ruffini tuvo el privilegio de compartir camerino y cancha con el actual Seleccionado Italiano y volante de Juventus, Mauro Camoranesi, cuando este jugador recién empezaba su carrera.
No obstante, Ruffini es recordado por una buena campaña en ese año al lado de jugadores como Carlos 'el gatito' Leeb, y los conocidos Gerardo 'la vieja' Reinoso, Néstor Craviotto, Gustavo Raggio, Cristian Zermatten, Mariano Campodónico, entre otros. Al final se quedaron en semifinales del reducido para subir de categoría.
En la temporada 98/99, Ruffini va a Belgrano de Córdoba (equipo que los había eliminado del torneo reducido) donde no hace la diferencia, y un año después regresa a Banfield que era dirigido por un conocido de la afición guayaquileña, Óscar "cachín" Blanco.
De ahí regresa a Banfield (99/01) y juega varios partidos a lo largo de esos tres años. Pero en agosto del 2001, Ramón Ponce, entrenador del club, le bajó el pulgar y lo saca del equipo, con lo que terminó la carrera del 'flaco'.
Un hecho curioso y que por poco se convirtió en lamentable, fue cuando Ruffini chocó en un partido con Diego Graieb, hermano del que fue lateral derecho de Barcelona, Rodolfo. Por ese golpe, Graieb por poco muere en la cancha, ya que se salvó de milagro a pesar del tardío auxilio de los médicos.
En definitiva, fuera de lo extra futbolístico, Martino y Ruffini tuvieron muy buenas campañas en otros equipos, pero en Barcelona nunca plasmaron algo, no dejaron una buena imagen, y de seguro muchos hinchas ni siquiera se acuerdan de ellos. Pero la culpa de todo la tuvo Hernández, por venir a "vender mentiras", como muchos de los técnicos que han venido al país. ¿O será la culpa de Isidro Romero y sus "inteligentes" asesores?